lunes, 13 de diciembre de 2010
Lo primero es lo primero
Así como "Galleta" era indulgente, Mariana, que también llevaba a cabo tratamientos para fumadores, era terca como una mula. Y así como pasé de fumar de dos atados a uno, y luego de veinte a quince por día, ella, ante mi flaqueza se propuso hacer que yo deje de fumar. "Yo no me rindo fácilmente", dijo. Y percibí que algo había cambiado, que ya no era yo quien quería dejar de fumar si no ella quien se había propuesto que yo abandonara el hábito. Pero por lo menos le hablaba al perro de Pavlov como si fuera un ser humano: "A usted le queda la dependencia psicológica". ¿Te parece poco?, pensé. Y agregó: "No es capaz de decirse: ¿a mi esto no me va a ganar?" También me privé de decirle que no era capaz. ¡Estaba tan segura de sí misma y entusiasmada! No quise desilusionarla. "Si le dan ganas de fumar coma un chocolate". Contesté: "No es exactamente lo que la nutricionista quiere, es más, no me dio ni un permitido". "Bueno, pero lo primero es lo primero". El caso es que si a los ocho kilos que me sobran le agregaba los cuatro que Mariana me garantizaba sumar para "tener contento al centro del placer" (así explicó señalándose un lugar incierto de la cabeza) a puro chocolate, yo iba a rodar como un mapamundi. Sin perder el entusiasmo dijo: "Esta semana fuma sólo diez, no doce, diez, porque entre doce y diez no hay ninguna diferencia". No dije: "si, hay dos, aquí y en la China". Traté de sumarme a lo que a ella le parecía fácil, sin diferencia. ¿Que cosa, no? Las locuras que una es capaz de hacer. Ignorar que hay un más allá de aquel centro del placer en el que ella creía ciegamente, como una monja de clausura. Y debe haber sido el más allá que, después de la semana de quince cigarrillos y, uno de dieta en el que perdí cuatrocientos gramos, mi intento de diez se convirtió en un kilo y medio más y en volver irremediablemente a veinte cigarrillos diarios. Estaba claro que para mí lo "primero" no era convertirme en un mapamundi viviente. ¿Y ahora?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario